Ya anunciamos en anteriores entradas que la organización del ciclo Arte y Género 2: el desnudo masculino de este curso nos resultó una tarea muy complicada pero apasionante, hasta el punto de convertirse para nosotras en un reto y un camino a recorrer más lentamente, con pasos más rigurosos. Por tanto, la primera idea que queremos reseñar es que las conclusiones que vamos a exponer son necesariamente un apunte que contiene más problemas que afirmaciones categóricas.
A continuación exponemos qué hemos ido descubriendo en cada fase de un proceso de búsqueda en el que nunca hemos perdido de vista la comparación con la exposición del curso pasado sobre el desnudo femenino con el objetivo de observar las posibles diferencias de género que, sin duda, han lllegado a evidenciarse claramente.
A continuación exponemos qué hemos ido descubriendo en cada fase de un proceso de búsqueda en el que nunca hemos perdido de vista la comparación con la exposición del curso pasado sobre el desnudo femenino con el objetivo de observar las posibles diferencias de género que, sin duda, han lllegado a evidenciarse claramente.
JACQUES – LOUIS DAVID. Patroclo. 1780
Velázquez, Venus del espejo.Hacia 1647-1651.
National Gallery. Londres
- Escasa bibliografía especializada sobre el tema frente a la abundante producción bibliográfica y expositiva sobre el desnudo femenino.
- Expectación y confusión en el claustro acerca de la relevancia del tema elegido y el tratamiento que se le iba a dar.
- La falta de obras en las que se representen desnudos masculinos realizados por mujeres artistas. Este hecho podría considerarse normal en el arte tradicional, por razones obvias, pero no lo es tanto en la medida que buena parte de la creación contemporánea de mujeres artistas está dedicada expresamente a (de)_construir los modelos de desnudo femenino generados por los hombres artistas a lo largo de la historia del arte, como vimos el curso pasado.
- La exposición, por tanto, estuvo forzosamente desequilibrada por este hecho de manera que la mayor parte de las obras expuestas expresan la mirada de hombres artistas sobre su propio cuerpo que se complementan con la escasa producción de mujeres artistas que logramos encontrar sobre este tema, aproximadamente un 10%. Esto explica el título de la exposición ”El desnudo masculino: una mirada masculina y ¿una mirada femenina?”.
ANNA BILINSKA. Estudio de medio cuerpo. 1885.
- La obras de arte que incluyen desnudos masculinos frecuentemente tienen un claro componente erótico o exhibicionista si tenemos en cuenta la pertinencia y adecuación del desnudo en relación al tema. Al igual que el desnudo femenino, la representación del desnudo masculino se utiliza como excusa en un amplio abanico de temas y personajes como Adán, santos, mártires, dioses griegos, atletas, bañistas, modelos de estudio y como novedad, niños y adolescentes.
- Los clientes o comitentes de obras de arte de obras que incluyen desnudos masculinos eróticos aunque tratados como excusa, suelen ser hombres de alto rango social, de todos los estamentos sociales, de cualquier periodo histórico, incluida la actualidad. Sería objeto de una investigación más profunda si puede distinguirse históricamente un mercado o género específico de desnudo masculino erótico, como también lo hubo para el desnudo femenino, inaugurado explícitamente por las “poesías” de Tiziano, muchas de las cuales actualmente se exhiben en el Museo del Prado, ya que fueron realizadas para nuestro rey Felipe II en el siglo XVI.
- La (re)_construcción del modelo de desnudo masculino fijada en el mundo clásico y el arte tradicional (modelo atlético, modelo hercúleo y modelo efebo) se reproduce en la pintura moderna y, particularmente, en la fotografía del siglo XIX desde donde transmuta a los medios de comunicación actuales en el campo de la fotografía publicitaria, y el mundo de la moda, dominada igualmente por hombres artistas.
- La (de)_construcción crítica de la representación del desnudo masculino ha sido realizada en la creación contemporánea casi exclusivamente por hombres artistas a partir de los años 60 del siglo XX en el más amplio marco conceptual de las tecnologías del cuerpo y la teoría queer. Raramente hemos encontrado mujeres artistas implicadas en este campo.
En la fase de desarrollo de la exposición, visitas guiadas y cumplimentación del cuestionario pudimos observar igualmente interesantes diferencias con respecto a la exposición del curso pasado sobre el desnudo femenino.
- En la presentación y primeros días de la exposición observamos reticencias frente al general regocijo que observamos el curso pasado cuando el pasillo se llenó de cuerpos femeninos desnudos. En esta ocasión, por tanto, apostamos por la prudencia al tener que justificar educativamente la actividad ante la Dirección y el Ampa del centro.
- Las reacciones observadas fueron diferentes según el sexo. Las chicas mostraron una actitud que reflejaba curiosidad, naturalidad y, a veces, desinterés. Los chicos mostraron una abierta sorpresa, incomodidad y nerviosismo mezclado todo con la ironía, la risa y la broma hasta convertirse en una manifiesta curiosidad y petición de explicaciones.
- En nuestra web las entradas sobre este tema tuvieron una amplia repercusión en cuanto al número de visitantes, procedencia geográfica de los mismos (inauguramos visitantes de USA y Francia, por ejemplo) y fuentes o servidores de acceso (ejemplo, www.meneame.net).
- En cuanto al cuestionario éste sólo fue cumplimentado por nuestro alumnado de Bachillerato a pesar de la amplia repercusión (sigue siendo al día de hoy la segunda entrada más visitada). Sin embargo, el curso pasado en la cumplimentación del cuestionario sobre el desnudo femenino participó tanto el alumnado de nuestro centro como otras personas de todas las edades y profesiones.
Los resultados del cuestionario os los presentamos a continuación:
- Hemos considerado aleatorias las repuestas relativas a la cuestión sobre la autoría de las obras ya que un 90% de los participantes expresa serias dudas para distinguir las realizadas por hombres o por mujeres artistas, fenómeno que ya esperábamos en la medida que nos vimos forzadas a utilizar el mismo tratamiento que el año pasado, a sabiendas que no era ese el aspecto que queríamos investigar. Por ello respetamos la misma proporción que las 93 obras seleccionadas para la exposición, el 80 % eran obras de hombres artistas y el 20% de mujeres artistas.
- Hemos centrado nuestro análisis en los resultados relativos a la pregunta ¿Cuál de estos desnudos se identifica más con tu ideal de cuerpo masculino? Como se muestra a continuación perviven los modelos artísticos tradicionales y predomina la elección de obras que no explicitan el órgano sexual masculino.
- Sólo han sido votadas la mitad de las obras propuestas y sólo ha sido votada una realizada por una artista (Immogen Cunnhigan) de las dos existentes, precisamente por una mujer.
Conclusión final
A la luz de estas reflexiones hemos podido formular una primera hipótesis: la construcción del modelo de belleza masculino es un asunto de hombres y para hombres pero ha sido asumido de forma inconsciente por las mujeres como propio.
Por tanto cabe preguntarse ¿Cuál es el modelo de belleza de un cuerpo masculino desnudo construido por las mujeres para las mujeres? En este momento, mucho nos tememos que no podemos responder a estas preguntas aunque sí podríamos apuntar algunas hipótesis que no es el caso explicitar aquí ya que nada tienen que ver con el propósito de este proyecto y sí con la orientación sexual de las personas.
ANÓNIMO. Adán y Eva. S.X.Pergamino ilustrado.
Real Biblioteca del Escorial
En cualquier caso, la pregunta se deja abierta para la reflexión y proponemos tres caminos educativos a seguir por igual para hombres y mujeres:
- La reflexión crítica sobre la representación del cuerpo desnudo en el arte y los medios de comunicación que difunden normalmente estereotipos de género tanto masculinos como femeninos que nada tienen que ver con la vida de la gente corriente.
- La aceptación del propio cuerpo como única vía de convivencia pacífica con uno mismo, renunciando a modelos ideales que raramente nos encontramos en nuestra vida cotidiana.
- El rechazo a cualquier forma de intervención artificial en nuestro cuerpo sea el bisturí, el gimnasio, la alimentación o las pastillas que frecuentemente pueden comprometer nuestra salud.